Clínica dental de Córdoba Blanco Hungría
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Por regla general, tras las Navidades, las consultas dentales relacionadas con caries se duplican. A los excesos de alimentos ricos en azúcares y de bebidas igualmente azucaradas, se le añade un desajuste en nuestros hábitos de higiene bucal, con lo que se lo ponemos muy fácil a las bacterias para que proliferen en nuestra boca y ataquen a nuestros dientes.
Os recomendamos, como siempre, que más vale prevenir que cuidar, por lo que os aconsejamos velar por vuestra salud dental en Navidad. Siguiendo unas sencillas pautas, podremos disfrutar de estos días sin tener que lamentarnos después.
Te proponemos las siguientes:
Hay que repetirlo como si fuera un mantra. No puede haber excusas. En el mercado encontramos cientos de kits y soluciones que ocupan poco espacio y resultan realmente funcionales, con lo que la excusa del tamaño ya no sirve. Si cada ingesta extra de azúcares la finalizamos con un cepillado dental y continuamos con los 3 cepillados diarios, reduciremos notoriamente la aparición de las tan temidas caries y nuestra salud bucal nos lo agradecerá. Revisa nuestro artículo sobre los hábitos saludables para el cuidado de dientes y encías y sigue aplicándolo también durante las vacaciones.
Las Navidades son sinónimo de turrones, mantecados, alfajores y de infinidad de alimentos cargados de azúcares. Consúmelos con moderación y haz elecciones inteligentes. Entre los dulces típicos menos perjudiciales para tus dientes se encuentra el roscón de reyes. Contiene 13 gramos de azúcar por cada 100 gramos y, si consideramos que normalmente este es el peso de una porción y que con eso quedamos saciados, es una opción nada desdeñable. Más peligro tienen los bombones, trufas y otros dulces de chocolate que, además de contener un elevado porcentaje de azúcar, entre 43 y 60 gramos por cada 100, una vez que comienzas la ingesta, es difícil no comer unos cuantos.
Hay que prestar especial cuidado con estos, ya que pueden resultar un peligro no solo por su contenido en azúcares sino por poder originar fracturas en dientes, prótesis u ortodoncia. En los dulces que contienen frutos secos, sobre todo en los elaborados de forma más artesanal el problema está en que pueden contener pequeños trozos de las cáscaras de los frutos. Masticarlos repentinamente y de manera inesperada pueden provocarnos un disgusto y una visita de urgencia al dentista.
Son nefastas para los dientes. Las bebidas carbonatadas tienen un alto contenido ácido, además de presentar elevadas tasas de azúcar, cafeína y otras sustancias que atacan al esmalte, capa protectora de los dientes, pudiendo provocar erosiones y desgastes.
En cuanto a las bebidas azucaradas, sus sabores son muy agradables e incitan a su consumo, pero hay que restringir su ingesta puesto que el azúcar que contienen se acumula con mucha facilidad en la cavidad bucal resultando un festín para las bacterias.
Os aconsejamos que después de la ingesta de alguna bebida azucarada toméis un vaso de agua para arrastrar los restos de azúcares que puedan haberse acumulado. Además, que no os cepilléis los dientes hasta pasada una media hora desde la ingesta. Con ella propiciaremos que al momento del cepillado el diente no se encuentre tan debilitado y evitaremos daños en el esmalte.
Es probable que ya estéis pensando en las comidas navideñas y en qué vais a preparar de menú para los días más destacados. Prestad un poco de atención a vuestra cesta de la compra para conseguir un equilibrio entre lo especial de estas fiestas y vuestra salud bucodental. Aumenta el consumo de proteínas y vitaminas para cuidar tu salud dental en Navidad. Las verduras frescas, los productos lácteos, el té verde o el salmón pueden convertirse en aliados sanos y sabrosos.
En Navidades continuamos a tu lado para que puedas lucir tu mejor sonrisa y que una urgencia dental no arruine tus días de vacaciones. Si tenéis alguna duda o queréis preguntarnos algo, quedamos a vuestra disposición, como siempre.
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Cenas copiosas, dulces, copas con amigos y todo tipo de reencuentros que, generalmente, celebramos rodeados de banquetes de comida. Ya sabemos que todo esto influye directamente en nuestro peso, pero ¿sabes cómo afectan las navidades a tu salud dental? Aunque no seamos del todo conscientes, seguramente nuestros dientes sean de los más perjudicados, ya que los alimentos en los cuales más nos excedemos son los que más dañan nuestra dentadura, aumentando la placa bacteriana, el esmalte y favoreciendo la aparición de caries y manchas en los dientes.
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Desde los primeros instantes de vida y crecimiento, el feto comienza ya a desarrollar las estructuras que formarán la boca, los dientes, el paladar, los labios o la lengua, entre otras. Previo al nacimiento del recién nacido los especialistas realizan controles de salud para comprobar el adecuado crecimiento y prevenir posibles problemas.
Entre las alteraciones bucales que se pueden encontrar en el recién nacido se hallan los quistes gingivales y del rafe medio palatino. Los quistes gingivales, suelen ser raros tras los tres meses de vida ya que van desapareciendo, son estructuras epiteliales embrionarias que se localizan tanto en los rebordes alveolares, los gingivales, como en la línea media del paladar duro, en el caso del quiste del rafe medio palatino.
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Lo habitual es realizar una limpieza dental de forma profesional cada 6 meses. Es un excelente complemento para tu rutina diaria de salud bucal. Y no hay excusas porque no existe cepillo o pasta dental con flúor que pueda sustituir los beneficios de una limpieza profunda de dientes.
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El embarazo reporta cambios fisiológicos que pueden acarrear algunos trastornos de nuestro organismo, en general, y de nuestra boca, en particular. Conocerlos puede ayudar a prevenirlos.
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Desde hace unos años, los implantes dentales se han extendido como una solución protésica para sustituir los dientes ausentes o que, por diversas causas, hemos perdido –caries, enfermedades periodontales, traumatismos, etc.–. Por medio de una intervención, el implante se coloca dentro del maxilar o de la mandíbula y se adhiere firmemente al hueso por un proceso denominado osteointegración.
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La gingivitis es una de las afecciones más comunes en las consultas de los dentistas. Se caracteriza por enrojecimiento, inflamación y sangrado de las encías. En la consulta es de fácil detección al observarse sangrado al sondaje periodontal, explorando el surco, y al no observar bolsa periodontal.
La caries y la gingivitis son las dos enfermedades infecciosas bucales más prevalentes en las consultas, presente la primera hasta en un 90% de los pacientes en edad adulta, y la segunda entre el 50 y el 60% de las personas.
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La caries es una enfermedad de tipo infeccioso producida por multitud de factores, intrínsecos y extrínsecos, como son la segregación de la saliva y su flujo, la microbiota bucal, una dieta rica en azúcares, una predisposición genética y hábitos del propio individuo que afectan a la superficie del esmalte dental. Pero, ¿cómo se forma la caries?
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