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5 preguntas sobre la extracción de las muelas del juicio

5 preguntas sobre la extracción de las muelas del juicio
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1. ¿SE DEBEN EXTRAER LAS MUELAS DEL JUICIO O CONVIENE CONSERVARLAS?

La extracción de las muelas del juicio está indicada cuando hay que solucionar un problema actual o para prevenir futuros problemas que podamos intuir que van a suceder. Existen diferentes complicaciones que pueden dar las muelas del juicio.

En los casos en los que el hueso de la mandíbula no es suficientemente grande como para que quepan los terceros molares, estos dientes no son capaces de erupcionar por falta de espacio y quedan impactados en el hueso siendo incapaces de romper la encía.

La falta de espacio en el hueso también puede provocar que la erupción del molar no sea en la dirección correcta pudiendo ir hacia delante afectando los dientes adyacentes, hacia atrás o hacia cualquiera de los dos lados.

En otros casos, el molar consigue erupcionar parcialmente a través de la encía y provoca el crecimiento de la encía por encima del diente. Este espacio que se crea entre el colgajo de tejido blando y el diente es muy propenso a albergar comida y bacterias provocando una inflamación de la encía que puede ser muy dolorosa. Llamamos a esta infección pericoronaritis.

Las muelas del juicio pueden provocar otros problemas más serios cuando quedan impactadas como pueden ser infecciones, daño a otros dientes o la formación de quistes.

Si el odontólogo reconoce cualquiera de estos problemas o cree que pueden ocurrir en un futuro por la condición actual de la muela del juicio, entonces estará indicada su extracción. Las muelas del juicio que no son extraídas porque el odontólogo no lo ve indicado, deben ser monitorizadas porque el potencial para desarrollar problemas futuros aun existe así que la visita regular al dentista permite al profesional evaluar el estado de las muelas y de la salud general del paciente. Si durante alguna de estas sesiones se detecta que la muela se ha movido hacia alguna dirección que puede perjudicar al paciente y a su salud bucal, entonces se tomará la decisión indicada de extraer esta muela a posteriori. Se trata de un proceso de control para asegurar la comodidad y la salud del paciente.

2. ¿A QUÉ EDAD DEBEMOS EXTRAER LAS MUELAS DEL JUICIO?

No existe una norma que indique la edad exacta en la que deben extraerse las muelas del juicio ya que su extracción puede realizarse satisfactoriamente en pacientes de cualquier edad. Como hemos mencionado anteriormente, la extracción de la o las muelas tiene relación con su crecimiento correcto o incorrecto y la comodidad y salud del paciente. Pero existen una serie de factores relacionados con la edad que tienden a relacionar los pacientes de más edad con mayor riesgo de complicaciones en la intervención. Los odontólogos normalmente recomiendan su extracción entre los 18 y 24 años. Entre estas edades ocurren unos procesos que son favorables para la extracción de los cordales. El dentista normalmente esperará a que dos tercios de las raíces estén formados para su extracción. Si el diente está menos desarrollado, puede ser más complicada su manipulación durante el procedimiento quirúrgico. Normalmente, cuando los dos tercios de las raíces ya están formados, el paciente ya tiene 18 años. Cuando el paciente ya es más mayor, las raíces están más formadas y se suman complicaciones que dificultan la cirugía y afectan la facilidad con la que el paciente se recuperará durante el postoperatorio.

En cualquier caso, antes de decidir cuando es el momento de extraer las muelas del juicio, debe determinarse si es necesaria su extracción. Aun así, a veces, es necesario tiempo adicional para valorar en algún diente en particular si es necesaria su extracción o no. Algunos dientes impactados acaban deslizándose por la superficie del diente adyacente y erupcionan normalmente si se les deja el tiempo necesario.

3. ¿QUÉ DEBO HACER CUANDO ME HAN EXTRAÍDO LOS CORDALES?

La extracción de las muelas del juicio impactadas es un procedimiento quirúrgico serio. El cuidado postoperatorio ayudará a evitar dolor innecesario y las complicaciones de infección e inflamación podrán ser disminuidas si se siguen las instrucciones cuidadosamente. Justo después de la intervención quirúrgica será necesario aplicar una gasa durante media hora encima del alveolo donde se encontraba el diente. Pasado este tiempo se retira la gasa. Deben de evitarse los enjuagues bucales y el contacto continuado con la herida. Esto podría provocar que el coágulo de sangre que se ha formado en la herida se desaloje y empiece a sangrar de nuevo. Para controlar el dolor, se prescriben una serie de medicamentos que se tomarán cuando se empiece a notar alguna molestia que suele coincidir cuando el efecto de la anestesia empieza a desaparecer. También evitaremos realizar grandes esfuerzos y disminuiremos las actividades del día de la intervención quirúrgica. Cuando volvamos a sentirnos cómodos podremos retomar nuestra actividad normal. Aplicaremos frío localizado en la zona de la intervención.

4. ¿SE HINCHA LA CARA CUANDO EXTRAEMOS LAS MUELAS DEL JUICIO?

Cuando se extraen las muelas del juicio esperamos normalmente una inflamación proporcional a la cirugía que se ha llevado a cabo. La inflamación alrededor de la boca, mejillas, ojos y los lados de la cara no es algo poco frecuente. Se debe a la reacción normal del cuerpo frente a la cirugía y la reparación que se lleva a cabo en los tejidos dañados. La inflamación no será evidente hasta que haya pasado el primer día y llegará a su máxima forma en el segundo o tercer día postquirúrgicos. Aun así puede controlarse y disminuir el hinchazón con el uso inmediato de frío local en la zona donde ha tenido lugar la operación. Mientras estemos despiertos debe aplicarse frío local intermitentemente para evitar quemaduras. Pasadas 36 horas el hielo no tendrá ningún efecto beneficioso. No debemos alarmarnos si la inflamación dura unos días ya que es una reacción normal frente a la cirugía. Pasadas las 36 horas después de la operación podemos aplicar calor húmedo que ayudará a disminuir la inflamación.

5. ¿PODRÉ COMER Y BEBER DESPUÉS DE LA OPERACIÓN?

Después de la operación, si se ha usado anestesia general o sedación intravenosa, deben de tomarse líquidos evitando tomarlos con una pajita ya que el movimiento de succión podría causar el desalojamiento del coágulo de sangre y provocar más sangrado. Se puede comer cualquier alimento blando masticando por el lado contrario al que se ha realizado la intervención quirúrgica. Es importante la ingesta de alimentos con muchas calorías y proteínas. Es importante nutrirse regularmente y evitar la deshidratación así que es recomendable beber líquidos regularmente. Aun así, durante los primeros días, la alimentación se verá limitada y podemos compensarlo aumentando la cantidad de líquido que tomemos. Como mínimo deberían de tomarse unos 5 o 6 vasos de líquido diariamente. Para sentirse mejor, es recomendable no saltarse ninguna comida.

Si nos levantamos directamente estando estirados podemos marearnos así que antes, nos sentaremos durante un minuto para evitar marearnos y caernos cuando estemos de pie.

Actualmente las muelas del juicio solo se extraen si ocasionan dolor o complicaciones como caries, periodontitis, accesos o infecciones y quistes. No se ha podido demostrar que ocasionen apiñamiento en los dientes anteriores; a veces por cuestiones de espacio en el tratamiento de ortodoncia si es necesario extraerlas.

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