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¿Qué son las carillas dentales?

¿Qué son las carillas dentales?
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Es posible que en multitud de ocasiones hayáis oído hablar de las carillas dentales, pero ¿sabéis realmente qué son y cuál es su función? Pues bien, la colocación de carillas dentales en los pacientes está incluida en la rama odontológica de la estética dental.

Las carillas, también conocidas cómo fundas dentales, son unas láminas que se colocan en la parte externa de los dientes y que tienen como finalidad corregir problemas estéticos como fracturas, caries o bien decoloraciones, dotando al diente de un aspecto natural. Es por ese motivo que es uno de los tratamientos estéticos más demandados.

Debemos tener en cuenta, en todo caso, que al tratarse de un tratamiento estético no sirve para solucionar ningún problema bucodental y antes de iniciar un tratamiento se deben solucionar los posibles problemas que pueda tener el paciente.

¿Qué tipos de carillas dentales existen?

Existen dos tipos de carillas: las de cerámica o porcelana y las de composite.

  • Las carillas de cerámica son unas láminas de porcelana que se colocan en la parte exterior del diente y se caracterizan por ser de mayor calidad, más duraderas y más resistentes. Tienen un precio más elevado que las de composite ya que son las que tienen un aspecto más natural, además de preservar el color y el brillo durante un período de tiempo superior. Este tipo de carillas se fabrican en el laboratorio y se requieren varias sesiones para su colocación.
  • Las carillas de composite están formadas por un tipo de resina estética, un producto muy parecido al que se utiliza para realizar empastes dentales, es por ese motivo que tienen un precio más asequible. Se suelen utilizar cuando se tratan modificaciones leves ya sea para corregir posibles alteraciones de la forma, color o tamaño de los dientes. Por el contrario, tienen una calidad menor que las de cerámica y pueden pigmentarse o perder el color con mayor facilidad. Este tipo de carillas, al realizarse directamente sobre el diente, se pueden colocar en una sola sesión en la que no es necesario tallar el diente para su colocación.

Ventajas e inconvenientes de las carillas dentales

Ventajas

La principal ventaja que presentan es su gran potencial estético en cuanto a la corrección de la forma de los dientes y en la coloración de los mismos. Permiten disimular cualquier irregularidad, manchas o pigmentación. También se caracterizan por ofrecer una gran resistencia comparable a la del propio esmalte dental. La longevidad del tratamiento puede llegar a los 15 años si se cuidan adecuadamente.

Inconvenientes

En un principio las carillas dentales son aptas para cualquier tipo de paciente. Aún y así hay ciertos casos en los que no es muy recomendable:

  • Cuando existen apiñamientos severos la colocación de las carillas puede ser contraproducente ya que es probable que la carilla no quede bien o que haya dificultades para implantarla.
  • Otro caso similar sería el de los pacientes bruxistas, ya que podrían estropearlas en poco tiempo.

¿Cómo se colocan las carillas dentales?

Las carillas dentales de porcelana, tal y como hemos comentado con anterioridad, requieren más de una sesión para su colocación, habitualmente tres.

  • Durante la primera sesión el paciente explica qué busca mejorar con el tratamiento y de manera conjunta con el odontólogo concretan el mejor procedimiento a seguir. Es en esta visita en la que se concretan detalles como el color y forma del diente.
  • En la segunda sesión se procede a preparar los dientes sobre los cuales se va a aplicar el tratamiento. En el caso de las carillas de porcelana, es la visita en la que se hace el tallado dental. El tallado dental es una técnica que consiste en ir reduciendo paulatinamente la superficie de los dientes con herramientas específicas de limado. Es un procedimiento obligatorio para la colocación de las carillas de porcelana. Durante este proceso los dientes reducen entre 0,5 y 0,7 mm su grosor y se hace de este modo para compensar el grosor de las propias carillas.

Es en este momento, en el que el odontólogo toma medidas de la boca del paciente mediante moldes y algunas fotografías que posteriormente mandará al laboratorio para que puedan construir cada carilla de forma que encaje perfectamente con la boca del paciente.

Una vez finalizado el tallado es normal que el paciente note una reducción del tamaño de los dientes y espacios entre los mismos, pero no hay motivo para alarmarse, es totalmente normal.

Habitualmente se colocan unas carillas de composite provisionales, que sirven para mantener la estética de la boca hasta la colocación de las carillas de porcelana definitivas.

  • En la tercera sesión es cuando finalmente se colocan las carillas definitivas al paciente. Éstas se fijan de forma permanente gracias a una resina especial por lo que una vez colocadas el paciente puede hacer vida normal y ¡disfrutar de sonrisa nueva!
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5 preguntas sobre la extracción de las muelas del juicio

5 preguntas sobre la extracción de las muelas del juicio
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1. ¿SE DEBEN EXTRAER LAS MUELAS DEL JUICIO O CONVIENE CONSERVARLAS?

La extracción de las muelas del juicio está indicada cuando hay que solucionar un problema actual o para prevenir futuros problemas que podamos intuir que van a suceder. Existen diferentes complicaciones que pueden dar las muelas del juicio.

En los casos en los que el hueso de la mandíbula no es suficientemente grande como para que quepan los terceros molares, estos dientes no son capaces de erupcionar por falta de espacio y quedan impactados en el hueso siendo incapaces de romper la encía.

La falta de espacio en el hueso también puede provocar que la erupción del molar no sea en la dirección correcta pudiendo ir hacia delante afectando los dientes adyacentes, hacia atrás o hacia cualquiera de los dos lados.

En otros casos, el molar consigue erupcionar parcialmente a través de la encía y provoca el crecimiento de la encía por encima del diente. Este espacio que se crea entre el colgajo de tejido blando y el diente es muy propenso a albergar comida y bacterias provocando una inflamación de la encía que puede ser muy dolorosa. Llamamos a esta infección pericoronaritis.

Las muelas del juicio pueden provocar otros problemas más serios cuando quedan impactadas como pueden ser infecciones, daño a otros dientes o la formación de quistes.

Si el odontólogo reconoce cualquiera de estos problemas o cree que pueden ocurrir en un futuro por la condición actual de la muela del juicio, entonces estará indicada su extracción. Las muelas del juicio que no son extraídas porque el odontólogo no lo ve indicado, deben ser monitorizadas porque el potencial para desarrollar problemas futuros aun existe así que la visita regular al dentista permite al profesional evaluar el estado de las muelas y de la salud general del paciente. Si durante alguna de estas sesiones se detecta que la muela se ha movido hacia alguna dirección que puede perjudicar al paciente y a su salud bucal, entonces se tomará la decisión indicada de extraer esta muela a posteriori. Se trata de un proceso de control para asegurar la comodidad y la salud del paciente.

2. ¿A QUÉ EDAD DEBEMOS EXTRAER LAS MUELAS DEL JUICIO?

No existe una norma que indique la edad exacta en la que deben extraerse las muelas del juicio ya que su extracción puede realizarse satisfactoriamente en pacientes de cualquier edad. Como hemos mencionado anteriormente, la extracción de la o las muelas tiene relación con su crecimiento correcto o incorrecto y la comodidad y salud del paciente. Pero existen una serie de factores relacionados con la edad que tienden a relacionar los pacientes de más edad con mayor riesgo de complicaciones en la intervención. Los odontólogos normalmente recomiendan su extracción entre los 18 y 24 años. Entre estas edades ocurren unos procesos que son favorables para la extracción de los cordales. El dentista normalmente esperará a que dos tercios de las raíces estén formados para su extracción. Si el diente está menos desarrollado, puede ser más complicada su manipulación durante el procedimiento quirúrgico. Normalmente, cuando los dos tercios de las raíces ya están formados, el paciente ya tiene 18 años. Cuando el paciente ya es más mayor, las raíces están más formadas y se suman complicaciones que dificultan la cirugía y afectan la facilidad con la que el paciente se recuperará durante el postoperatorio.

En cualquier caso, antes de decidir cuando es el momento de extraer las muelas del juicio, debe determinarse si es necesaria su extracción. Aun así, a veces, es necesario tiempo adicional para valorar en algún diente en particular si es necesaria su extracción o no. Algunos dientes impactados acaban deslizándose por la superficie del diente adyacente y erupcionan normalmente si se les deja el tiempo necesario.

3. ¿QUÉ DEBO HACER CUANDO ME HAN EXTRAÍDO LOS CORDALES?

La extracción de las muelas del juicio impactadas es un procedimiento quirúrgico serio. El cuidado postoperatorio ayudará a evitar dolor innecesario y las complicaciones de infección e inflamación podrán ser disminuidas si se siguen las instrucciones cuidadosamente. Justo después de la intervención quirúrgica será necesario aplicar una gasa durante media hora encima del alveolo donde se encontraba el diente. Pasado este tiempo se retira la gasa. Deben de evitarse los enjuagues bucales y el contacto continuado con la herida. Esto podría provocar que el coágulo de sangre que se ha formado en la herida se desaloje y empiece a sangrar de nuevo. Para controlar el dolor, se prescriben una serie de medicamentos que se tomarán cuando se empiece a notar alguna molestia que suele coincidir cuando el efecto de la anestesia empieza a desaparecer. También evitaremos realizar grandes esfuerzos y disminuiremos las actividades del día de la intervención quirúrgica. Cuando volvamos a sentirnos cómodos podremos retomar nuestra actividad normal. Aplicaremos frío localizado en la zona de la intervención.

4. ¿SE HINCHA LA CARA CUANDO EXTRAEMOS LAS MUELAS DEL JUICIO?

Cuando se extraen las muelas del juicio esperamos normalmente una inflamación proporcional a la cirugía que se ha llevado a cabo. La inflamación alrededor de la boca, mejillas, ojos y los lados de la cara no es algo poco frecuente. Se debe a la reacción normal del cuerpo frente a la cirugía y la reparación que se lleva a cabo en los tejidos dañados. La inflamación no será evidente hasta que haya pasado el primer día y llegará a su máxima forma en el segundo o tercer día postquirúrgicos. Aun así puede controlarse y disminuir el hinchazón con el uso inmediato de frío local en la zona donde ha tenido lugar la operación. Mientras estemos despiertos debe aplicarse frío local intermitentemente para evitar quemaduras. Pasadas 36 horas el hielo no tendrá ningún efecto beneficioso. No debemos alarmarnos si la inflamación dura unos días ya que es una reacción normal frente a la cirugía. Pasadas las 36 horas después de la operación podemos aplicar calor húmedo que ayudará a disminuir la inflamación.

5. ¿PODRÉ COMER Y BEBER DESPUÉS DE LA OPERACIÓN?

Después de la operación, si se ha usado anestesia general o sedación intravenosa, deben de tomarse líquidos evitando tomarlos con una pajita ya que el movimiento de succión podría causar el desalojamiento del coágulo de sangre y provocar más sangrado. Se puede comer cualquier alimento blando masticando por el lado contrario al que se ha realizado la intervención quirúrgica. Es importante la ingesta de alimentos con muchas calorías y proteínas. Es importante nutrirse regularmente y evitar la deshidratación así que es recomendable beber líquidos regularmente. Aun así, durante los primeros días, la alimentación se verá limitada y podemos compensarlo aumentando la cantidad de líquido que tomemos. Como mínimo deberían de tomarse unos 5 o 6 vasos de líquido diariamente. Para sentirse mejor, es recomendable no saltarse ninguna comida.

Si nos levantamos directamente estando estirados podemos marearnos así que antes, nos sentaremos durante un minuto para evitar marearnos y caernos cuando estemos de pie.

Actualmente las muelas del juicio solo se extraen si ocasionan dolor o complicaciones como caries, periodontitis, accesos o infecciones y quistes. No se ha podido demostrar que ocasionen apiñamiento en los dientes anteriores; a veces por cuestiones de espacio en el tratamiento de ortodoncia si es necesario extraerlas.

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Nueve urgencias dentales muy comunes y cómo actuar hasta que vas al dentista

Nueve urgencias dentales muy comunes y cómo actuar hasta que vas al dentista
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Por muy precavido que se quiera ser, enfrentarse a una emergencia dental, sea del tipo que sea, suele ser complicado. Aunque alguna de ellas se pueden solventar por uno mismo porque, a simple vista, parece que no revisten gravedad, hay ocasiones que pueden resultar algo más escandalosas —aquellas en las que hay sangre, por ejemplo— y paralizar o hacer perder los nervios.

En estos casos es cuando se hace más necesario saber cómo actuar adecuadamente. Esto implica reaccionar con tranquilidad y, a la vez, rapidez. Es importante conocer cuáles son las urgencias dentales más comunes y, sobre todo, cómo actuar correctamente cuando no es posible acudir de forma inmediata a la consulta de un dentista. Estas son sus recomendaciones:

Dolor de muelas

—Situación

Ésta es una de las urgencias dentales por excelencia. De manera repentina, empiezas a sentir un dolor de muelas especialmente intenso y constante que, además, se acompaña de episodios en los que la intensidad del dolor aumenta. Lo más común es que este dolor se deba a una caries.

—Solución

Pide cita con tu dentista cuanto antes. Éste debe examinar la pieza dental, determinar la causa del dolor y pautar un tratamiento.

—Mientras acudes al dentista

Consulta con tu médico la posibilidad de tomar analgésicos o antiinflamatorios. Eso sí, nunca tomes ninguna medicación sin la prescripción del médico o del odontólogo.

Además, evita los alimentos muy fríos, calientes, duros o dulces y aplica frío en la zona de la mejilla donde está la muela que te duele. Por último, no presiones la zona. Es decir, no te tumbes sobre ese lado de la cara, por ejemplo.

Pérdida de un diente tras un golpe

—Situación

La pérdida de un diente se puede producir haciendo deporte, en una caída accidental, una pelea, un accidente de coche o moto… Si la pérdida del diente ha sido total, es posible que sangres mucho, así que mantén la calma.

—Solución

Acude al dentista cuanto antes: este caso no puede esperar. Cuanto más rápido acudas, más posibilidades habrá de reimplantar el diente perdido.

—Mientras acudes al dentista

Para que el implantólogo pueda volver a colocar la pieza dental perdida es necesario que busques el diente. Cuando la hayas encontrado, llévala a la consulta, pero no la limpies ni manipules su raíz. Hay tres formas diferentes de actuar con la pieza dental antes de llegar a consulta:

1. Coloca el diente en el alveolo (orificio en el que estaba) y pon una gasa entre los dientes para que puedas morderla y que la pieza se mantenga en su sitio. Eso sí, ten cuidado de no tragártela

2. Introduce el diente dentro de la boca, es decir, debajo de la lengua o a un lado. En este caso, también tienes que tener cuidado de no tragártelo

3. Sumerge el diente en un vaso de leche fría (de la nevera).

Fractura parcial de un diente

—Situación

Al igual que en el caso anterior, la fractura se ha podido producir haciendo deporte, en una caída accidental, una pelea, un accidente de coche o moto o masticando un alimento muy duro.

—Solución

Acude al dentista lo antes posible, este caso tampoco puede esperar. Cuanto antes acudas, más preobabilidad habrá de reconstruir la pieza dental original.

—Mientras acudes al dentista

Para reconstruir la pieza dental, también hay que intentar localizar y recoger el trozo de diente que se haya desprendido. Una vez encontrado se debe introducir en un recipiente con leche fría de la nevera. Y, además, aplicar frío en la zona de la cara donde está el diente para contener la inflamación.

Aflojamiento de un diente después de un golpe

—Situación

Los motivos por los que se produce el aflojamiento son similares a los mencionados en la pérdida total y la fractura parcial del diente.

—Solución

Acude al dentista cuanto antes: este caso tampoco puede esperar. Si la movilidad de la pieza dental aumenta, ésta puede llegar a caerse.

—Mientras acudes al dentista

No toques el diente ni con los dedos ni con la lengua para evitar que se afloje aún más. Tampoco aprietes los dientes.

Fractura de mandíbula

—Situación

Esta emergencia siempre es consecuencia de un fuerte traumatismo, sea del tipo que sea.

—Solución

Este caso tampoco puede esperar. Acude de inmediato al hospital.

—Mientras acudes al hospital

Inmoviliza la mandíbula con un pañuelo o una toalla. Coloca, además, una compresa fría si tienes inflamación en la zona.

Absceso

—Situación

El absceso tiene un origen infeccioso, ya que se produce cuando las bacterias penetran en el diente debido a una abertura provocada por una caries o una pieza dental rota o astillada. Esto da lugar a una fístula en la encía, que es un bulto por el que supura el pus provocado por la infección.

—Solución

Acude a tu dentista para que te recete antibiótico. Además de curar la infección se debe solucionar la causa que la originó.

—Mientras acudes al dentista

Puedes visitar la consulta del médico para que te recete antibiótico.

Mordedura en la lengua o el labio

—Situación

Una mordedura accidental puede producirse de diferentes maneras, ya sea comiendo, haciendo deporte o en cualquier otra situación. Lo habitual es sangrar, en mayor o menor medida, dependiendo de cómo sea la herida.

—Solución

Primero, prueba a lavarte la lengua o el labio con agua y, después, presiona la herida con una gasa.

Lo normal es que el sangrado se detenga unos minutos después de haberte lavado y presionado la herida. Pero si la hemorragia no se detiene o la herida es muy grande, acude de inmediato al hospital. Puede que necesites puntos de sutura.

—Mientras acudes al hospital

Además de seguir presionando la herida con una gasa, coloca una compresa fría para controlar la inflamación.

Cuerpo extraño atrapado en un diente

—Situación

Esto puede haberte pasado comiendo o después de haber manipulado un objeto con los dientes —algo que nunca se debe hacer—. De repente, sientes que tienes un cuerpo extraño entre ellos.

—Solución

Este caso puede que no requiera la ayuda de un profesional. Pasa la seda dental cuidadosamente, para no causar daños en la encía, e intenta sacarlo. No utilices bajo ningún concepto un objeto punzante o cortante para intentar extraerlo. Si con esto no puedes, acude al dentista.

—Mientras acudes al dentista

No hace falta que sigas unas indicaciones específicas además de lo que te hemos contado. Este caso no reviste gravedad.

Heridas debidas a la ortodoncia

—Situación

Este tipo de urgencias son muy frecuentes cuando se llevan brackets y alambres. Lo más habitual es que parte del aparato se caiga o se rompa y haya un alambre desprendido que se clava en encía, lengua o mejilla.

—Solución

Tanto si el aparato te causa molestias como si no, llama a tu ortodoncista para concertar una cita. Aunque no te duela, debes tener en cuenta que con un bracket o alambre despegado la ortodoncia no ejerce la eficacia adecuada.

—Mientras acudes al dentista

Si tienes dolor o molestias, cubre la punta del alambre con un pequeño trozo de algodón o gasa.

Cualquiera que sea la situación, ésta va a requerir que seas tú siempre el primero en actuar. Puede que soluciones el problema por ti mismo o que, en caso contrario, necesites ayuda profesional. En cualquier caso, tu reacción durante los primeros minutos es, en muchos casos, determinante.

Por este motivo, es recomendable estar siempre preparado para afrontar este tipo de incidentes e intentar prevenirlos, en la medida de lo posible.

Para ello, lleva a cabo una buena higiene bucal, sigue una dieta sana y equilibrada, utiliza protectores bucales cuando hagas deporte e intenta ser precavido. Es decir, evita las riñas o peleas y utiliza el cinturón de seguridad en todos tus desplazamientos.

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¿Se contagian las caries?

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La caries son una enfermedad de los dientes que en frecuencia está sólo por detrás del resfriado común. Se cree que es una enfermedad infectocontagiosa, aunque con matices, ya que se conoce que otros muchos factores intervienen en la producción de las mismas y en el comportamiento evolutivo de la enfermedad en sí.

Las caries son la enfermedad «más frecuente del mundo», una patología infecciosa que es provocada por la desmineralización de las piezas dentales, y en la que se produce una desestructuración de los dientes, la formación de un hueco que se conoce como ‘caries’.

Una mala higiene o condicionantes genéticos hacen que se tenga más o menos predisposición a ellas. Lo que hay que tener en cuenta es que se provocan por la acumulación de bacterias o de placa bacteriana, y las personas con higiene dental defectuosa siempre tendrán una tendencia a padecer caries.

La placa bacteriana provoca sustancias ácidas, «el mayor enemigo del esmalte de los dientes», y es donde aparecen las caries, que avanzan progresivamente, primero destruyen el esmalte, después la dentina, hasta que aparece un proceso doloroso o inflamatorio cuando hay afectación a la pulpa del diente. Entonces hay que llegar a tratamientos más radicales como la endodoncia o el tratamiento de matar el nervio, incluso la extracción o pérdida dental.

El principal microbio que causa la caries es el ‘streptococcus mutans’. Cada persona tiene su propia flora bacteriana tanto en boca como en otras partes del organismo, y al mismo tiempo cada persona tiene sus propios mecanismos de defensa e inmunidad, por lo que habrá personas más sensibles a esta bacteria. Por tanto, hay personas más susceptibles que otras, y las personas con la boca infectada, a través de los besos, de compartir el cepillo de dientes, se transmite flora bacteriana de la boca y puede hacer que aparezcan nuevas caries. También estarían el compartir servilletas, cepillos de dientes, todas estas acciones son contraproducentes al transmitir las caries.

El papel de los azúcares y almidones

Un niño con hábitos de higiene y dietéticos puede evitar la aparición y progresión de caries, a pesar de que su madre tenga muchas caries.

El azúcar y los almidones son muy importantes en la producción de caries. Y el único método o el más importante dentro de la prevención es la aplicación de flúor. En concreto, la cantidad de flúor que ingiera un menor de seis años siempre debe ser inferior a la de las personas mayores, que ya tienen formada su dentadura.

Pero, ¿cómo se forman las caries? Por la interacción entre los almidones y los azúcares presentes en la dieta y en la flora bacteriana de la boca del paciente. Junto con los restos de comida producen una especie de pasta o placa bacteriana y esa placa, si no se elimina después de cada comida, conlleva el inicio del proceso de destrucción del diente a través de un proceso cariogénico, que tiene una parte producida por ácido y otra por bacterias.

En este contexto, señala que hay personas que tienen mayor predisposición que otras a padecer caries por la herencia genética, aunque sobre todo pueden tener lugar en aquella población menos familiarizada con los hábitos de higiene. La formación de la placa dental empieza a los 20 minutos de haber comido e interacciona con el cambio del PH o con la acidez de la saliva de ese momento. Por eso dependiendo de flora de los pacientes podemos tener más o menos prevalencia de caries.

Para evitarlas, hay que seguir con una buena higiene dental, cepillándose los dientes al menos tres veces al día o después de cada comida, empleando, siempre que sea necesario un hilo dental o colutorios.

A su vez, hay que destacar que la pasta de dientes cuente con flúor, ya que ayuda a mineralizar el diente, frente a la desmineralización que sufre por las caries, y aconseja evitar los ácidos y los azúcares, las chuces, los postres, las bebidas carbonatadas, y asistir al dentista una vez al año.

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¿De verdad sirve de algo el hilo dental?

¿De verdad sirve de algo el hilo dental?
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¿El hilo dental es bueno o malo para los dientes? Es la eterna duda acerca de la salud bucal que todos nos preguntamos, sobre todo desde 2015, año en el que, por primera vez desde 1970, el gobierno estadounidense decide no incluirlo en las directrices de salud que publica cada cinco años. ¿La razón? Estas recomendaciones deben basarse en evidencias científicas, y hasta esa fecha no se pudo demostrar la eficacia del hilo dental.

La agencia Associated Press (AP) examinó los estudios que encumbraban al hilo dental, entre ellos uno que The Cochrane Collaboration realizó en 2011. Las conclusiones determinaron que las pruebas eran débiles y poco fiables y que los estudios no se habían realizado durante el tiempo suficiente, por lo que hasta la fecha no podían demostrar que el uso del hilo dental fuera beneficioso.

Con el objetivo de demostrar su efectividad, tanto la Asociación Dental Estadounidense como la Academia Estadounidense de Periodontología, ambas entidades especialistas en encías e implantes dentales, citaron varios estudios como prueba de que el hilo dental evita la acumulación de sarro, la gingivitis o la inflamación de las encías, además de las caries. Sin embargo, la mayoría de esos estudios utilizaron métodos no continuos en el tiempo o realizaron pruebas a pocas personas.

Y así hasta la actualidad. Por eso, es normal preguntarse si realmente el hilo dental es bueno, malo o, directamente, inservible. Pues podemos concluir que es un paso clave en su rutina de salud oral. No solo mantiene tu sonrisa con el mejor aspecto, sino que es fundamental para mantener tu salud oral general y prevenir la caries. El uso del hilo dental a diario es muy eficaz para eliminar la acumulación de placa en áreas difíciles de alcanzar que pueden causar caries. También elimina el exceso de partículas de alimentos que pueden quedar atrapadas en tu cepillo de dientes.

Bueno para las encías

El hilo dental también es una buena manera de disminuir el riesgo de padecer gingivitis, una enfermedad de las encías que suele causar mal aliento. Es una de las enfermedades de encías más comunes (en España la sufren alrededor del 60% de los adultos, según la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración) que se traduce en irritación e hinchazón y posible sangrado de las zona afectada.

 

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Amenazas navideñas para nuestros dientes

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Una de las cosas más importantes al sentarnos a la mesa, y, sobre todo, a la hora del postre, es pensar en nuestra dentadura. Si no mantenemos unos buenos hábitos de limpieza, los dientes sufren durante el periodo navideño.

Ser previsores

Los dentistas también se van de vacaciones en Navidad, así que una de las recomendaciones que nos dan los propios expertos es ser previsores y hacerles una visita antes de estas fechas. De hecho, cuando más urgencias aparecen es en Nochebuena y en el día de Reyes.

Liberar tensiones

Los pacientes que producen un mayor desgaste de sus dientes a consecuencia de la liberación de tensiones, deben recurrir al uso de las famosas férulas de descarga, especialmente durante estos días de mayor nivel de estrés para la mayoría de nosotros.

Tratamientos de ortodoncia

Asimismo, las personas con tratamientos de ortodoncia deben tener especial cuidado con aquellos alimentos más duros, con el fin de evitar posibles deterioros. Se recomienda utilizar adecuadamente la dentadura, evitando su uso inapropiado para fines que puedan deteriorarla

Más azúcar

El turrón y el marisco son dos de los productos que más se consumen en estas fechas y pueden resultar nocivos para nuestros dientes. La ingesta de alimentos azucarados obviamente crece en Navidad, así que, al ser estos los mayores responsables de la aparición de caries, debemos tener especial cuidado y cepillarnos los dientes con mayor frecuencia.

Nuestra higiene bucal también se puede adaptar a los horarios de estas fiestas y así evitar cualquier contratiempo. Llevar una manzana a mano puede ser una buena solución si nos hemos olvidado el cepillo en casa.

Revisiones frecuentes

No solo deberíamos acudir al dentista en enero, sino que resulta una buena idea plantearnos como propósito para el 2018 un plan de tratamiento anual. Tras las fechas navideñas, se registra un repunte en las visitas a los odontólogos. Las razones por las que las clínicas dentales se llenan cuando pasan las fiestas suelen ser la necesidad de reparar pequeños accidentes en prótesis, dientes o aparatos ortodóncicos, o por la necesidad de hacer una limpieza después de los excesos.

Es cierto que a muchos nos gusta dejarlo todo para el final, pero acudir al dentista una vez al mes nos resolverá problemas dentales que se podrían dar más adelante.

Consultar con un profesional

Muchos son los mitos o falsas leyendas, y entre ellos se encuentra el enjuague como sustituto del cepillado. Esa idea es proporcional a la de la automedicación con antiinflamatorios que todos conocemos o a la de tomar antibióticos sin la prescripción médica, y es que en estas fechas se produce con mucha mayor frecuencia. Intentemos no caer en esa tentación y busquemos la ayuda de un profesional antes de tomar cualquier decisión por nuestra cuenta.

Eso sí, por supuesto nos recomiendan que los hábitos de higiene bucodental como lavarse los dientes después de cada comida, hacerse limpiezas bucales de forma periódica o revisiones se realicen durante todo el año.

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Cuidados dentales para diabéticos

Cuidados dentales para diabéticos
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Existe una conexión evidente entre la enfermedad periodontal y la diabetes. En primer lugar, algunos síntomas de la enfermedad suelen aparecer en la boca. “En muchas de las revisiones bucales que realizamos, detectamos señales que indican que el paciente padece diabetes.

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¿Por qué mi hijo rechina los dientes?

¿Por qué mi hijo rechina los dientes?
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Muchos padres y madres se preocupan por el rechinar de los dientes de sus hijos durante el sueño. Se trata de bruxismo, conocido coloquialmente como “chirriar de dientes”, y se produce por la contracción excesiva de los maxilares que generan un ruido característico, que en raras ocasiones despierta al niño. A pesar de que es un trastorno que puede aparecer a cualquier edad, suele ser un fenómeno frecuente en la infancia, y que afecta a entre el 20% y el 30% de los niños españoles. Las causas asociadas al mismo apuntan a factores de carácter físico, psicológico o neurofisiológico. Actualmente, existen estudios que apuntan un incremento de este trastorno en edad infantil y adolescente, asociado a estados de ansiedad y estrés.

Durante la infancia se considera una forma natural de desarrollar la dentición y estimular la formación muscular y ósea de los huesos de la cara; un hábito de desarrollo que disminuye progresivamente al salir las muelas permanentes y dientes incisivos. Existe el bruxismo diurno que puede ser consciente o inconsciente; y el bruxismo nocturno, que es inconsciente y producido por la contracción rítmica, repetitiva y violenta de los maseteros. Normalmente, sucede en los primeros momentos del sueño y cesa cuando este es más profundo.

En adolescentes, puede venir acompañado de dolores musculares, de cabeza y alteraciones de la articulación mandibular. Con relación a la adolescencia, el bruxismo puede permanecer durante la vida adulta. En la mayoría de los casos porque permanecen las causas, sobre todo el estrés y el modo de afrontar el mismo. Aunque hay artículos que señalan la existencia de un componente genético, este no está muy claro. Además, hay que tener en cuenta que la expresión de enfermedades o síntomas en el entorno familiar puede estar influenciado más por cuestiones ambientales o de entorno, que genéticas”.

¿Cuáles son las causas que originan este trastorno?

En primer lugar hay que descartar una patología asociada, como enfermedades neurológicas o reumatológicas. Una vez descartadas estas causas, hay que identificar las que desencadenan los síntomas en el niño como factores estresantes o hábitos que aumentan los síntomas (ingesta de chicles, algunas chucherías o morderse la uñas). Una vez localizados estos elementos, es importante minimizarlos, evitarlos o disminuir el impacto (a veces es necesario recurrir a otros profesionales sanitarios como psiquiatras o psicólogos). Hay que tratar al paciente con analgésicos y relajantes musculares adecuados durante el tiempo que se considere oportuno (evitando las benzodiacepinas). Además, es conveniente aplicar calor para relajar la musculatura. Si hay alteraciones de la oclusión, la forma de morder, debe colocarse en la edad adecuada el tratamiento ortodóncico necesario. Hay que evitar la colocación precoz de férulas sobre todo cuando quedan aún dientes por salir. Especialmente, es contraindicado colocar una férula sin hacer todo lo que hemos dicho previamente de identificación de factores y tratamiento.

Cada vez es más frecuente ver en consulta a niños de corta edad con bruxismo, cuyos síntomas están asociados a la articulación temporomandibular, con dolores musculares o con cefaleas. Son niños que afrontan situaciones que ellos viven como estresantes, en el colegio o por situaciones familiares o personales. Esta sí es una patología de nuestro tiempo, una infancia que vive situaciones como los adultos y que se reflejan por la aparición de síntomas musculares, mandibulares o cefaleas.

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La halitosis y su relación con las enfermedades orales y sistémicas

La halitosis y su relación con las enfermedades orales y sistémicas
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Aproximadamente el 75 por ciento del mal aliento o “halitosis” es causado por la boca misma.  Otras causas incluyen problemas gástricos, infecciones de senos nasales o enfermedad severa de encías. Uno de los logros clave al tratar el mal aliento es determinar la causa. Una vez que su profesional de la salud dental determina cuál es la causa, él puede entonces empezar su tratamiento.

El mal aliento puede ser ocasionado por:

Factores Externos – alimentos tales como cebolla y ajo, bebidas como el café y alcohol y fumar

Mala higiene oral – donde la placa y los residuos de alimentos quedan en los dientes

Enfermedad oral – gingivitis y enfermedad periodontal

Dentaduras postizas – puede haber formación de placa y residuos de alimentos en las dentaduras, las cuales deben limpiarse a diario

Amígdalas – las áreas crípticas (surcos) en las amígdalas pueden permitir que los residuos de comida queden alojados en esta área

Infecciones del tracto respiratorio – infecciones de garganta, senos nasales y de pulmón

Boca seca (xerostomía– puede ser ocasionada por problemas de glándulas salivales, medicamentos, respiración bucal, radioterapia y quimioterapia

Enfermedades sistémicas – la diabetes, enfermedades hepáticas, renales, pulmonares y de los senos nasales, así como desórdenes gastrointestinales

 

¿Cómo se relaciona la enfermedad oral con la enfermedad sistémica?

Una investigación reciente sugiere una relación entre la enfermedad oral y las enfermedades sistémicas (diabetes, enfermedad cardiovascular, infarto cerebral, infecciones respiratorias y la enfermedad de Alzheimer) y otras afecciones médicas. Cuando se inflama el tejido gingival causando la presencia de la gingivitis, los mediadores inflamatorios llamados citoquinas que se encuentran en el tejido gingival pueden entrar a su flujo de saliva y también pueden ser aspiradas hacia los pulmones. Las bacterias responsables de la enfermedad periodontal pueden también entrar en el sistema circulatorio alrededor de los dientes y viajar hacia otras partes del cuerpo. Las bacterias orales pueden causar infecciones secundarias o la inflamación de otros tejidos o sistemas de órganos en el cuerpo (2).

 

¿A quién debe visitar si tiene mal aliento?

Si cree que su dieta le está causando mal aliento, entonces consulte con un dietista o nutricionista con quienes pueden trabajar para modificar su dieta. Si tiene mala higiene oral y padece de gingivitis (inflamación del tejido gingival en su boca) o de enfermedad periodontal (pérdida ósea alrededor de los dientes, algunas veces se le refiere como “piorrea”), consulte a su dentista y periodontólogo y trabaje con su higienista dental para mejorar la gingivitis y obtener instrucciones detalladas para la higiene oral en casa.

Las infecciones de amígdalas y respiratorias necesitarán de seguimientos por parte de su médico o de un especialista, tal como un otorrinolaringólogo o neumólogo. Una gran mayoría de personas padecen de boca seca debido a los medicamentos que pueden estar tomando, a la disfunción de la glándula salival y tratamientos de radio- y quimioterapia para el cáncer. Por favor consulte a su cirujano maxilofacial, su médico u oncólogo para sus recomendaciones profesionales de recetas o productos sin receta médica que pueden aliviar los síntomas de boca seca.

Aquellos pacientes con diabetes, con afecciones hepáticas o renales, o desórdenes gastrointestinales deben visitar a sus médicos, urólogos o gastroenterólogos para obtener sus puntos de vista de cómo puede reducirse el mal aliento relacionado con estas enfermedades sistémicas.

Contacte con nuestra clínica para obtener una recomendación sobre su afección de mal aliento.

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La extracción, última opción

La extracción, última opción
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La Sociedad Española de Odontología Conservadora no es sólo un punto de encuentro de prestigiosos doctores de todo nuestro país. Todos los profesionales tenemos una responsabilidad con nuestros pacientes y una forma de entender nuestro trabajo que trasciende las paredes de nuestras clínicas dentales y conlleva una manera de entender la salud bucodental.

Cuántas veces hemos oído la frase «yo no voy al dentista, que vas por una caries y te acaban quitando varios dientes«. Desgraciadamente esta afirmación, muy habitual, es la percepción que tienen muchos pacientes que han vivido una mala experiencia porque se han puesto en manos de dentistas que les han realizado tratamientos que probablemente no necesitaban.

La Odontología Conservadora desarrolla las técnicas necesarias para mantener en funcionamiento los dientes naturales durante la mayor parte de la vida del paciente. La experiencia y las investigaciones científicas nos dicen que ninguna prótesis funciona tan bien como lo hacen nuestros propios dientes, ni siquiera los implantes, por eso ante la lesión de un diente siempre valoramos en primer lugar un tratamiento que permita conservar ese diente del paciente. Igual que ante la lesión de un dedo, un brazo o una pierna, intentaremos siempre conservar ese miembro y no se nos ocurre proponer su amputación y reposición con una prótesis implantada.

El tratamiento adecuado nada tiene que ver, por tanto, con la rentabilidad, sino con la deontología y la ética profesional. Aunque sabemos que lamentablemente hay cada vez más casos de clínicas dentales que recomiendan tratamientos que el paciente no necesita, para nosotros la extracción de dientes es siempre la última opción.

Los miembros de la Sociedad Española de Odontología Conservadora consideramos que una clínica dental debe ser un sitio en el que el paciente se sienta seguro, atendido y escuchado. Un lugar al que uno NO va como última opción cuando el dolor es insoportable, sino un espacio donde se trabaja en la prevención y se recomienda a cada paciente lo que realmente necesita, pensando exclusivamente en su salud presente y futura.

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